20 de mayo de 2024

LOS ESCLAVOS NEGROS LLEGAN A CHIAPAS
LOS ESCLAVOS NEGROS LLEGAN A LA NUEVA ESPAÑA-
Uno de los motivos que impulsaron el comercio esclavista en la nueva España fue la crisis demográfica que inició hacia finales de la primera mitad del siglo XV cuando se desataron pandemias en la colonia que generaron la muerte de miles de indígenas en todo el territorio, haciendo que a principios del siglo XVII el número de pobladores originario se redujera drásticamente, lo cual significó para los españoles de la colonia escasez en las fuerzas en las fuentes de fuerza de trabajo, falta que fue recompensada con la llegada de esclavos africanos.
Las labores forzadas a las que eran sometidas las personas africanas eran muy diversas y dependían de los intereses y ocupaciones de quienes los compraban y si ostentaban como sus amos, los quehaceres iban hacía desde labores domésticas tareas en plantaciones y funciones como pajes en el caso de niños y niñas, hasta esclavos que eran instruidos en un oficio para otorgar las ganancias generadas por su trabajo a sus amos.
La presencia de personas africanas en la compleja sociedad novohispana originó no solo el encuentro e intercambio cultural entre indígenas y africanos, africanos y españoles, sino que el mestizaje, así como las intenciones de los españoles de reforzar un sistema de estratificación social basado en el racismo por medio de las denominadas castas, ocasionaron la creación de categorías y clasificación basadas en el fenotipo y origen racial paterno y materno, es así como se dieron pie a denominaciones como moriscos, lobos, pardos, mulatos, zambos y negros.
Desde la llegada de los españoles a lo que actualmente es México en el siglo XVI ya hasta la primera mitad del siglo XVIII, cuando se registró el desembarco de la última nave esclavista en la nueva España, se estima que entraron a dicho territorio más de 300 000 esclavos africanos. Aunque la población negra nunca superó el 2% del total de la población del virreinato mientras duró el tráfico transatlántico, su gradual liberación, reproducción y mezcla con los demás grupos dio origen a una de las poblaciones afrodescendientes libres más grandes del continente americano a finales del siglo XVIII y principios del XIX estimaciones recientes sostienen que antes de la guerra de independencia aproximadamente el 10% de la población del virreinato era afrodescendiente, o, en la terminología de la época, negros, mulatos, pardos y moriscos, de estos es probable que al menos 10 000 aún fueran esclavos antes de la Independencia.
A pesar de que actualmente sabemos bastante sobre las poblaciones afrodescendientes del periodo virreinal y de la época actual, es poco lo que conocemos sobre lo que pasó con los afrodescendientes, libres o esclavos, una vez concluida la guerra de independencia. En efecto, cómo se dijo al principio, es como si la esclavitud y los afrodescendientes desaparecieron de la historia una vez terminado el proceso de independencia. De aquí resulta la relevancia de resaltar que estos temas siguieron vigentes en los periódicos de mediados del siglo XIX, en las siguientes líneas, entonces se trata de establecer la trayectoria de los estudios sobre afrodescendientes en México y de enfatizar la necesidad de un estudio en el grupo del siglo XIX que tome en cuenta la prensa como fuente para la historia cultural de la esclavitud.
El estudio en la población afrodescendiente en México y especialmente en Chiapas agradecemos los datos que nos proporcionan el maestro Gonzalo Aguirre Beltrán, el doctor Juan González Esponda, Juan Manuel de la serna, María Elisa Velázquez, Adriana Naveda, luz María Martínez Montiel, para poder llegar a saber cómo es que vivieron los primeros pobladores afrodescendientes y que fundaron con su trabajo y esfuerzo en las grandes haciendas de Chiapas pueblos como al final de cuentas es Villaflores.
Los estudiosos de las poblaciones afrodescendientes que viven al México moderno se han interesado en la construcción de identidades. En particular, en cómo estos grupos forman su identidad considerando la ideología del mestizaje, que privilegia las herencias indígenas y europeas de la nación, a la vez que minimizan la herencia africana. Al menos 2 Corrientes diferentes pueden distinguirse de estos trabajos. Por una parte, investigadores principalmente formados en estados unidos utilizadas en sus estudios nociones surgidas de la realidad histórica de las poblaciones afroamericanas, tales como negrito, raza o diáspora. Autores como Cristina Sue, por ejemplo, han argumentado que los negros de Veracruz no se identifican a sí mismo de esta manera debido a la idea de mestizaje. Por otra parte, otros estudiosos argumentan que los modelos surgidos de la academia estadounidense no explican las diferentes realidades históricas de las poblaciones afrodescendientes de México. Ellos prefieren hacer un análisis de las diversas formas en que estos grupos se auto identifican antes de imponer cualquier marco teórico. Laura Lewis, por citar un caso,, ha descubierto que los pobladores de san Nicolás en el estado de Guerrero han creado su propia versión de mestizaje al afirmar que ellos son morenos producto de la mezcla indígena y africana.
Un problema con los trabajos sobre las poblaciones afrodescendientes contemporáneas es que, al explicar los procesos de construcción de identidad, obvia o desconocen procesos del siglo XIX que desembarcaron en las situaciones que ellos estudian, análisis demográfico de la nueva España, en específico de ciudades como Guadalajara, Oaxaca y México han descubierto que mientras la población de españoles, indios y mestizos crecía a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, la de negros, mulatos y moriscos disminuía, a la vez que la población total aumentaba. Para los autores de estos estudios es poco probable que los individuos que ahora llamamos afrodescendientes hayan muerto migrado en mayor porcentaje que los otros grupos; por el contrario, es muy probable que hayan dejado de identificarse a sí mismos como negros y mulatos, para decir que eran mestizos o indios. Por lo tanto , los procesos que sociólogos y antropólogos describen en la época actual que tienen sus raíces en el siglo XIX
En su libro el doctor Juan González Esponda llamado negros pardos y mulatos otra historia que contar ya viste que para el siglo XVI allá por el año 1520 a 1570 existían ya 130 a 145 negros en la provincia de Chiapas y Soconusco sin que se pueda establecer con precisión el lugar donde se localizaba no obstante es casi seguro que se encontraban en ciudad real pues la mayoría de ellos venía acompañado de funcionarios civiles y eclesiásticos, para trabajar las primeras plantaciones de caña de azúcar propiedad de los frailes dominicos.
En el siglo XVI los primeros esclavos que llegaron a Chiapas fueron empleados en el servicio doméstico. Eran ladinos, es decir, hablaban español y estaban evangelizados. Las mujeres se desempeñaban como cocineras, nodrizas y amas de llaves. Los varones como sirvientes y mayordomos. Se encontraban en Ciudad Real, sede de la alcaldía mayor y del obispado de Chiapas. Pronto la necesidad de mano de obra y la prohibición de esclavizar a los indios provocó que la importación de esclavos aumentara y se ocuparan en plantaciones de azúcar, cacao y añil, así como en la ganadería. La mayoría eran negros bozales, esto es, traídos directamente de África que desconocían el español.
El alto índice de mortalidad nuestros indígenas en estas regiones de Chiapas alimentó una serie insaciable de mano de obra esclava. Aventureros españoles que vinieron a Chiapas llegaron a obtener grandes extensiones de terrenos que formaron haciendas en diversas partes del estado y que la producción que obtenían de sus tierras era insuficiente la mano de obra indígena que tenía, es por ello que de Cuba, Haití, Dominicana trajeron esclavos directamente a Chiapas esto ocasionó el incremento de mano de obra forzada.
En el siglo XVII, el cacao entró en crisis provocando un aumento en la producción de añil y de caña de azúcar. Lo que incitara a los productores civiles, sobre todo religiosos a pedir licencias a la Corona española para ingresar más negros esclavos que junto con sus descendientes se encargarían de las labores del campo: cultivo y recolección. A principios del siglo XVIII se volvió a sentir la necesidad de mano de obra negra por la bonanza en la producción del añil. Esta vez los esclavos llegaron de Guatemala. Aun así la población india continuó representando casi la totalidad en el trabajo agrícola.
En las haciendas y zonas ganaderas como las del Soconusco, los negros y mulatos se desempeñaban como arrieros, capataces, caporales y vaqueros. En esta zona, el grueso de los trabajadores estaba conformado por mulatos libres, de ahí que la ganadería se haya considerado como la actividad principal económica de negros y mulatos.
Los descendientes de africanos también se emplearon en las milicias. A principios del siglo XVII se formaron compañías compuestas por pardos y morenos tanto en las ciudades como en los puertos. En las costas se encargaban de vigilar y evitar que los piratas entraran a tierras chiapanecas. En las ciudades su trabajo consistía en proteger a las autoridades y mantener el orden. Ciudad Real en 1672 contaba con una milicia conformada por 131 mulatos, para 1683 se incrementó su número a 200 “mulatos libres”. En el siglo XVIII, las milicias seguían presentes, pues en la rebelión de los zendales de 1712 pelearon milicianos mulatos.
Distribución espacial: Provincia de Chiapas y gobernación del Soconusco
El censo de 1611 informa que la población negra se encontraba en Ciudad Real, Chiapa de los Indios, Comitán, Copanaguastla y en la gobernación del Soconusco. A mediados del siglo XVII, en Chiapas había 224 negros y 1,330 afrodescendientes.
Los censos de 1759 y 1778 brindan mayor información de los lugares de asentamiento de negros y sus descendientes. El primero revela que en 23 de los 40 curatos se registró esta población y fueron: Ciudad Real (878 mulatos), Chiapa (407), Cintalapa (369), San Bartolomé de los Llanos (344 mulatos y 3 negros), Comitán (215 mulatos y 14 negros), Socoltenango (196 mulatos y 2 negros), Tuxtla (142 mulatos 1 negro), Solosuchiapa (144), Ixtapangajoya (121), Tumbalá (108 mulatos y 11 negros), Acala (88), Zapaluta, (46 mulatos y 14 negros, Tecpatán (53), Soyatitán (40 mulatos y 1 negro), Copainalá (35), Amatenango (26 mulatos),Ocosingo (24), Tila (24), Asunción Huitiupán (14), Yajalón (12), Ocozocoautla (5), Quechula (3) y Chapultenango (1). Mientras que en el censo de 1778 aparecen en 21 de los 42 curatos. Tonalá (2315), Ciudad Real (830), Cintalapa (514), Tuxtla (468), Ixtacomitan (419), Chiapa (370), San Bartolomé y Valle de Custepeque (299), Escuintla (277), Copainalá (178), Acala (150), Socoltenango (148), Comitán (149), Tusta, (148), Ayutla (126), Soyatitan (80), Ocosingo (79), Chiquimuzelo (36), Magdalenas (24), Totolapa (21), Teopisca (16) y Huitiupan (11). En el curato de Tumbalá ya no se registra presencia negra, así como tampoco en el de Ocozocoautla.

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